Elhilar

Todos hemos oído que Finlandia es el número uno en educación a nivel mundial, (o está dentro de los primeros lugares según diferentes pruebas). ¿Qué es lo que están haciendo diferente al resto del mundo? Diana, la directora, y yo tuvimos la suerte de poder irnos una semana a estudiar y observar este “fenómeno” a la mismísima Finlandia, y espero poder compartir algunos de los aprendizajes con ustedes. Nuestro viaje incluyo visitas a varios colegios desde preescolar hasta secundaria, entrevistas con maestros y directores y dos días intensos de conferencias muy interesantes sobre diferentes temas relacionados a la educación y el futuro de la educación (luego escribiré sobre esto ya que amerita todo otro espacio). Finlandia es un país con aproximadamente 5.5 millones de habitantes. No tiene “riquezas naturales” como petróleo, metales o piedras preciosas, ni mucha agricultura o ganadería. Al estar en el círculo ártico, el invierno es muy largos y el verano corto y lluvioso. La gran mayoría de la población está situada en el sur del país, ya que entre más al norte más difícil son las condiciones climáticas. Y según nos contaron los finlandeses, estas son algunas de las razones por las que han invertido tanto en su educación. Ellos sienten que la educación, es su activo más importante hoy en día, y el conocer una nación, que cree y muestra que su sistema educativo es lo que ha hecho “La Diferencia” es algo fascinante y muy alentador. Y entonces.. ¿Cuál es el secreto? ¿Por qué no se ha replicado su modelo en otras partes del mundo? La educación finlandesa no es un modelo por lo que no se puede replicar, es todo un sistema que se entrelaza y se complementa formando lo que ellos presumen con tanto orgullo: la mejor educación del mundo. Y es que éste es el secreto, la educación no es sólo una pedagogía por sí sola, o una serie de exámenes, ni sólo valores o conocimientos, o sólo los maestros. La educación es la suma del entorno, con la cultura, con los maestros, los alumnos y las familias, los valores individuales y colectivos, la curricula, el espacio físico, el aspecto cultural, y podría seguir enlistando una infinidad de cosas… Y esto es lo que ellos saben, que parece que el resto del mundo no lo tiene todavía tan claro. Hablando de algunos de los puntos particulares, algo realmente sorprendente es cómo han logrado fomentar los valores de confianza y no competencia. La gente confía al 100%, y confía tanto que exige a la otra parte a cumplir, algo que crea un círculo virtuoso envidiable. No existe la corrupción porque se exige que no exista, todos, y me refiero a todos, vigilan y exigen, y al ser un pueblo educado, no es un pueblo fácil de engañar. No se fomenta en absoluto la competencia. No hay calificaciones hasta 5 de primaria, y las calificaciones no son para compararse con nadie, sino más bien autoevaluación. No existen exámenes estandarizados, y la gente no busca “el mejor colegio” o “la mejor educación”, y lo más importante, no buscan ser mejor que el otro. Todo es en relación a ellos mismos, no en relación a los demás, lo cual hace que existan ambientes de cooperación muy sanos y ricos. Es algo tan sencillo y tan difícil de imaginar en el entorno en el que vivimos actualmente… A mi muchos adultos “educados”, que buscan lo mejor para sus hijos, me han preguntado “¿Pero si no les enseñas a los niños a competir, que será de ellos en el futuro en un mundo tan competitivo?” Pues serán la mejor versión de ellos mismos, como lo han hecho los finlandeses. Otro punto que es sumamente relevante, es la preparación y el “estatus” que tiene los maestros. Los maestros son una figura admirada por todos, por los alumnos, por los padres de familia, y por toda la población en general. Es gente muy completa y preparada. Para ser maestro en Finlandia necesitas hacer mínimo una maestría en educación y la tesis de dicha maestría es siempre euna investigación sobre educación. Los maestros de dichas maestrías, tuvieron que haber hecho doctorado en educación. Y una de las cualidades que más se busca que tengan todos los maestros es capacidad de aprender nuevas cosas y de actualizarse. Para poder ser maestro, tanto de kínder como de preparatoria, se requieren muchos años de estudio, por lo que las personas que son maestros, aparte de necesitar tener vocación, normalmente lo serán por muy largo plazo. Y por añadidura, toda la educación, inclusive la superior, incluyendo maestría y doctorado ¡es gratuita!

Algo realmente impresionante es que cada maestro, cada escuela, decide qué y cómo enseñar. Los maestros tienen total libertad de cómo dar sus clases porque se confía, que ellos mejor que nadie, saben que es lo que sus alumnos necesitan. Tuvimos la oportunidad de hablar con varios maestros y algo en lo que todos coincidieron es, que las artes y las clases extracurriculares como música, carpintería, cocina, son tan importantes como las ciencias, que la mejor forma de enseñar es a través de la vivencia, que los niños necesitan moverse, especialmente los más pequeños, y que para que los niños aprendan necesitan estar felices. Necesitan gozar aprender, y para tener éste gozo hay que dejar que los niños sean niños. Todos los niños comen en la escuela comida caliente otorgada por el gobierno, por lo que todas las escuelas del municipio tienen el mismo menú. Tuvimos la oportunidad de sentarnos a comer en la cafetería de una secundaria, que para mí fue una de las cosas que más me causó asombro: en ningún momento, y eso que era algo que yo estaba “buscando”, vimos ni un solo signo de violencia, ni la más pequeña. Ni un empujón, librazo, molestada… nada. ¡Y estábamos en una secundaria! Termino la comida y no había ni una lechuga en el piso y ni un papel tirado aunque fuera junto al basurero, con todo y que el basurero se estaba desbordando. Se sentía un ambiente especialmente pacifico. Y pongo de ejemplo la secundaria, pero fue algo que vimos en todas las escuelas que visitamos. Algo que me sorprendió tanto que pregunte a algunos directivos e incluso a nuestra guía, y más sorpresa me dio el que ellos se sorprendieran con la pregunta. Pues para ellos esos ambientes de paz son lo normal, lo de todos los días. Otra de las características que diferencia a la educación finlandesa, es la importancia que le dan todos los maestros al uso de la “psicología positiva” en los niños. Lo cual quiere decir, que hay que decirle a los niños cuando están haciendo algo bien, y decírselo a todos, por más pequeño o insignificantico que parezca el acto. Darle mucho más importancia a lo “correcto” y no tanto a lo “incorrecto”. Algo que parece fácil pero que requiere mucha más atención, observación y cercanía a los niños que solo brincar cuando algo está mal hecho. Finalmente, el último punto que quiero comentar por ahora, es la importancia que los maestros le dan al trabajo de cooperación entre ellos. Se hablan mucho entre ellos, comentan los casos de sus alumnos entre varios, así como planean el temario entre diferentes dependencias para que el aprendizaje no sea por materia, sino en conjunto, por tema. No hablan de ningún tipo de pedagogía como Constructivismo o Montessori, simplemente hablan de sus clases y de cómo van a enseñar. Hacen mucho trabajo de campo, salen muchísimo y estudian mucho la naturaleza. (Todos los finlandeses se saben todos los nombres de sus plantas y cuáles son venenosas y de cuáles se pueden comer sus frutos, ya que desde kínder salen a recoger diferentes moras del bosque para después cocinarlas y/o comerlas. Los maestros tienen una relación cercana con sus alumnos y con los papás de los alumnos, y son maestros de dichos alumnos por largos periodos de tiempo. El maestro que empieza con ellos en primero de primaria continúa con ellos de preferencia toda la primaria. A los alumnos por lo general les gusta ir al colegio, y si no, es responsabilidad del colegio, del maestro, de encontrar la forma para que el alumno se motive y quiera ir a clases. Estando en Finlandia todo parecía tan lógico y natural, pero estando de regreso se ve todo tan mágico y utópico… Al final, quedamos muy satisfechas de que lo que buscamos darles a nuestros niños en el Elhilar y la forma en que lo hacemos, aunque diferente a lo que se acostumbra en muchos lados en México, se ha demostrado, en todo un país, que tiene resultados increíbles. Gracias Finlandia por reforzarnos nuestra visión y darnos fuerza para seguir rompiendo paradigmas e hilando sueños juntos como comunidad…   Por: Luciana García