Partimos de una visión amplia y profunda de la enseñanza, donde se desarrollan en los niños las habilidades cognitivas, emocionales y físicas necesarias para ser excelentes en todas sus relaciones que componen la vida del ser humano.
Con una pedagogía de inspiración Waldorf integral, que genera un ambiente de respeto hacia el proceso de desarrollo único de cada niño y ofrece un currículum rico en experiencias vivenciales que le permiten al niño vincularse profundamente con todo lo que le rodea, los alumnos viven el gozo y el amor por aprender, y generan habilidades con las cuales interpretar y hacer uso de los conocimientos para poder interactuar en sus relaciones, adquirir un sentido de pertenencia y así ser exitosos en el mundo del mañana.
Buscamos formar personas responsables, auténticas, independientes, automotivadas, involucradas en todo lo que sucede a su alrededor y listas para enfrentar los retos de la vida; y buscamos impactar positivamente en la sociedad al promover el compromiso social auténtico, la inclusión y el desarrollo de cada miembro de la comunidad educativa que somos conformada por alumnos, personal docente, personal de soporte administrativo y operativo, y padres de familia.
Nuestra pedagogía trabaja con las siguientes relaciones que nutren el desarrollo de los niños:
La relación y vínculo con el maestro es fundamental para el aprendizaje. Es lo que da al niño la seguridad que necesita al sentir que pertenece, que es conocido e importante; al mismo tiempo hace que quiera escuchar al maestro y dejarse guiar por él. En todo momento, los maestros son fuente de enseñanza, no por lo que saben sino por lo que son. Contamos con un proceso de selección que nos permite colaborar con maestros maduros y sumamente comprometidos, además de tener un programa de capacitación continua tanto en temas pedagógicos como de crecimiento personal.
El aprendizaje es un proceso interno en el que los niños se auto descubren al mismo tiempo que están descubriendo el mundo que los rodea. Logramos generar gozo por el aprendizaje a través de una pedagogía que acerca el conocimiento al mundo del niño en el momento en que están listos para recibir ese conocimiento, lo que quiere decir que aprenden a partir de su propia experiencia. El plan curricular está inspirado en la pedagogía Waldorf, complementado con el currículum de la SEP. Se le da mucho peso a que los niños tengan un buen nivel de inglés: se utiliza, a partir de primaria, el programa de la Universidad de Cambridge English Young Learners.
Buscamos promover ambientes de paz, donde los niños puedan ver el valor en cada miembro de la comunidad, al apreciar las similitudes y estimar las diferencias, donde se rescate el trabajo colaborativo por encima de la competencia, donde el agradecimiento y la caridad rijan la forma de relacionarnos unos con otros. Se fomenta el trabajo social y la inclusión tanto dentro de la comunidad escolar como en los proyectos sociales extracurriculares.
La naturaleza forma parte del espacio de aprendizaje. Ahí trabajamos la fantasía, el movimiento y la voluntad en conjunto. La naturaleza favorece la integración de los sentidos, el autocontrol, la observación y la concentración. Buscamos que los niños aprendan a vivir con la naturaleza y que creen una relación de respeto y beneficio mutuo, de responsabilidad y trabajo con su entorno natural. Para lograr esto contamos con caminatas en el bosque y trabajo en la huerta, la granja, la composta, el centro de reciclaje.
El arte forma parte de la enseñanza misma, tanto dentro del plan de estudios de las clases, como al ofrecer una forma de expresión de sí mismos y así ocuparse de sus emociones. Trabajamos acuarela, carboncillo, tiza pastel, modelado con cera de abeja y barro, tejido, trallado en madera, música, canto, danza, entre otros, cada uno trabajado desde el interés y la motivación del niño para que realmente despierten su creatividad. Buscamos generar en la escuela un espacio cultural que nos permita a todos estar en contacto con el arte y la cultura en sus distintas manifestaciones.
Todas estas relaciones externas llevan al niño a entrar en contacto consigo mismo, a tener una visión realista de quiénes son y que a partir de ella puedan encontrar la mejor forma de relacionarse con los demás y con las situaciones que se les presentan. Se fomenta el autoconocimiento, que desarrolla todos los aspectos del niño, lo que le brinda la posibilidad de descubrir sus talentos y potencializar sus capacidades. Es a partir de este autoconocimiento que se puede ser creativo, automotivarse y estar en constante crecimiento, así como tener flexibilidad de pensamiento, ser empáticos y aprender a poner límites con los demás.
“La vivencia de un mundo espiritual más grande que nosotros mismos donde los valores son parte fundamental es necesario para cualquier desarrollo integral. Buscamos vivir estos valores universales en todo lo que hacemos, como en el agradecimiento diario, en la relación con los demás y en los festivales que creamos . Siempre en el entendido de que el mundo espiritual es como un espacio incluyente para todas las religiones”.