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Los libros y los cuentos son herramientas valiosísimas para fomentar la imaginación, mover emociones, transmitir valores, pueden tener fines terapéuticos para ayudarnos a sanar, entre muchos otros. Los momentos de lectura con nuestros hijos son semillas preciadas que podemos cultivar y disfrutar.
Ocurrió en un día de septiembre caluroso, que el viento del este, sin darse cuenta, llevaba en su abrigo de viento un pequeño hombrecillo consigo. Su melena era roja como el fuego y su barba también. Llevaba un abriguito de mil colores. Los gnomos y los elfos le llamaban el hombrecillo de otoño. Nadie sabía de dónde venía, pero la aparición del hombrecillo desencadenaba siempre grandes preparativos de viaje. A su llegada, todos se preparaban para marchar al interior de la tierra.
Era divertido observar al hombrecillo de otoño, agarrado a los pliegues del abrigo del viento. Miraba con ojitos alegres y negros a su alrededor. Cuando el viento del este pasaba por encima de una zarzamora silvestre, el hombrecillo dio un brinco y saltó encima de una hoja de zarzamora. Suavemente la acarició con sus pequeñísimos dedos toscos y lentamente el verde se transformó en un rojo profundo. Al lado del arbusto estaba una lagartija tomando el sol, y de placer se rio a la manera de las lagartijas, viendo el maravilloso cambio, y la zarzamora misma pareció disfrutar de la pintura encantadora del hombrecillo de otoño porque gustosa le alargó sus ramas a las manecillas toscas del ser multicolor. Pronto brillaron muchas ramas de un rojo profundo; algunas sólo tenían puntitos y manchas amarillas en el verde de las hojas, pero esto no bastaba al hombrecillo. Ágilmente saltó a un arce que crecía al lado de la zarzamora en una pendiente. Hoja tras hoja tocaba el hombrecillo y transformaba el color de las hojas en amarillo reluciente. Todo el árbol se alegró de su nuevo esplendor y los rayos del sol bailaron entre las ramas e iluminaron el árbol de oro. Así, el hombrecillo brincó de arbusto en arbusto, de árbol en árbol y transformó el bosque entero. A veces saltaba a la cima de un árbol y lo teñía color oro, a veces susurraba a las hojas verdes:
– Vendré más tarde con vosotras, no os pongáis tristes.
Las hojas se movían con el viento, conocían al hombrecillo y sabían que iba a mantener su palabra. Así, durante muchos días se dedicó a su juego divertido. De vez en cuando, el otoño miraba a través de los árboles y observaba sonriente a su fiel ayudante. Pero de pronto, llegó noviembre y trajo consigo las nieblas, las lluvias y el frío. Desapareció el esplendor. Las hojas marrones caían en silencio al suelo. Todos los animales se escondieron en sus madrigueras y escondites protegidos. Los pájaros se ocultaron en sus nidos. Ayer aún, un cuervo viejo había visto al hombrecillo de otoño, pero hoy había desaparecido. ¿A dónde habría ido? Nadie lo sabe. Sin embargo, el año próximo vendrá de nuevo.
Fuente: https://galiciangarden.com/el-hombrecillo-de-otono-cuento-waldorf-para-ninos/
Antes de contar el cuento, corta una manzana a lo largo y otra a lo ancho
Érase una vez una florecita blanca que se columpiaba en las ramas de un manzano. Se llamaba Josefina y todos los días le sonreía al sol y se divertía jugando a las escondidillas entre las hojas con sus hermanas. Pero lo que más le gustaba era columpiarse con el viento… ffffffoooooo.
A Josefina le encantaba sentir el viento bailando en sus pétalos. Se sentía tan ligera que soñaba con volar al cielo, como los insectos que la iban a visitar, las mariposas con alas, ¡los pájaros con cantos melodiosos! Ella también quería vivir en el cielo, como las nubes sobre su cabeza donde las estrellas cintilan de noche. Era su sueño. Su sueño secreto. No se lo había confiado todavía a nadie. Sin embargo, una noche vio en el cielo una estrella fugaz.
—¡Oh! ¡Una estrella fugaz!— se exclamó feliz.
—¡Voy a poder pedir un deseo!
Y con los ojos cerrados, llena de esperanza, pidió: —Estrella fugaz, estrella fugaz, ¡dame el don de volar como una mariposa!
Al día siguiente, cuando se levantó el viento, Josefina se puso a mover sus pétalos, ¡convencida de que se convertirán en alas y que saldría volando como una mariposa! Pero lo único que logró fue acelerar su angustia, perdiendo prácticamente todos sus pétalos.
Pobre Josefina, tenía el corazón triste, y además su cuerpo se volvía de más en más pesado y redondo.
¡Lo veía bien, nunca sería una mariposa! Siempre sería una manzana, como las otras manzanas.
Entonces lloro todo el día y también lloro toda la noche.
—¡Hey! Manzanita, — escucho de repente —¡escúchame!
—¿Quién eres? — preguntó Josefina parando de llorar.
—Soy una estrella fugaz, soy la estrella fugaz a la cual le confiaste tu secreto.
—¡Es por tu culpa que estoy triste! —se quejó Josefina—. ¡No cumpliste mi deseo!
—Te voy a contar un secreto— le dijo entonces la estrella fugaz—. La magia de las estrellas no puede cambiar una manzana en una mariposa, pero puedo guardar un lugar especial en tu corazón para tus sueños.
Y es desde ese día que se encuentra en el corazón de las manzanas, una estrella (mostrar la manzana cortada a lo ancho) y una mariposa (mostrar la manzana cortada a lo largo).
Cuento de Marielle Ferragne
Fuente: “La pédagogie Steiner Waldorf à la maison” de Monique Tedeschi.
Traducido originalmente del francés
/ Albert Asensio / Ed. Juventud / +1-2 años
Acompaña a la ardilla Nin y descubre todos los cambios en la naturaleza que van sucediendo en esta estación del año. Un libro para los más pequeños, en donde Albert Asensio autor e ilustrador con una gráfica maravillosa, nos invita a descubrir grandes detalles del bosque.
/ Ailie Busby / Ed. Child’s Play (International) Ltd/ +2 años
Este libro en inglés sobre el otoño es ideal para bebés a partir de 2 años porque sus hojas son duras y tiene un tamaño mediano. Tiene unas ilustraciones muy lindas de Ailie Busby y muestra visualmente cómo va cambiando el paisaje a medida que avanzamos en el otoño. Al igual que el libro anterior, este pertenece a una colección de estaciones.
/ Nozomi Takahashi / Ed. Tramuntana / +3 años
La historia sobre un pequeño erizo que con su perseverancia conseguirá hacer realidad su sueño. Un día un erizo observa a una mamá pata incubar un huevo y se despierta su instinto maternal. Él también quiere su propio huevo y por casualidad encontrará bajo un castaño uno ideal para él.
Con ilustraciones sencillas pero muy plástica, con texturas que te dan la pintura y los pinceles, Nozomi Takahashi nos invita a conocer esta historia.
/ Anne Rockwell / Ed.Simon & Schuster / +3 años
Este libro es estupendo para aprender el nombre de las principales frutas y verduras que se consumen en otoño. Es muy sencillo e intuitivo, por lo que puedes utilizarlo con niños a partir de 3 años.
Con una historia de Anne Rockwell, autora de muchos libros infantiles e ilustrado por su hija, nos enseñan lo divertido de los sabores característicos del otoño.
El Seto de las Zarzas, Jill Barklem, ed. Blackie Little (+5-6 años):
Un libro clásico de los cuentos ingleses, una historia de ratones que construyen sus casas en las raíces y troncos de los árboles del Seto de las Zarzas, un bosque lleno de maravillosas cosas como las mismas hojas, troncos, flores, frutas, bayas y nueces que recolectan para después transformarlos en rica comida para estar listos cuando el invierno llegue. Las detalladas ilustraciones de Jill barklie son un deleite en cada hoja.
/ Gemma Armengol / Ed. Algar / +5 años
Mientras buscan setas, la mariquita Antoñita y su prima se encuentran con un gusano muy triste. Han asado la castaña donde vivía y se ha quedado sin casa. ¿Dónde podría instalarse ahora que el otoño ha llegado?
/ Festival of the Bones , Luis San Vicente, Benjamín Alire Saenz, Ed. Alfaguara Infantil / +6 años
Ha llegado ya noviembre y con eso, el Día de Muertos. Los vivos ponen ofrendas, los muertos vienen de viaje. A festejar todos juntos hasta que el gallito cante.
Un libro de rimas divertidas en relación con el Día de Muertos, una festividad muy importante en México. Ilustrado con técnica mixta por el maestro Luis San Vicente.
El Dia de Los Muertos / Bob Berner / Ed. Holiday House Inc. / +6 años
Un maravilloso libro que cuenta el día especial en el que preparan ofrendas de flores, calaveras de azúcar, pan especial y hacen deliciosas comidas para comer y compartir. Al esparcir pétalos de cempasúchil, guían a los muertos a casa para unirse a las festividades. Después de horas de cantar, bailar y recordar, es hora de acostarse.
Las ilustraciones de papel de Bob Berner son maravillosas, llenas de color que invitan de manera divertida a conocer sobre esta festividad.
/ Esmeralda Ríos / Ed. Artes de México / +10
Un día la muerte se sintió sola y pensó que tal vez, si tenía un bonito huipil, podría hacer amigos. Lloraba su pena cuando se topó con una pequeña niña tzotzil que le enseñó a tejer, pero le trajo una lección aún más importante: que en este mundo no hay manera de estar solos.
/ Gerda Muller / Ed. ING Ediciones / +2
Serie de cuatro libros en cartoné donde Gerda Muller acompaña a los más pequeños a conocer las características de las estaciones del año. Volvemos a la escuela, caen las hojas, empieza a hacer frío y los animalitos se preparan para el invierno.
Deseándoles una buena lectura,
El librero de Constanza