Después de varias semanas con mucha actividad en Elhilar, regreso para cumplir la promesa de volver a escribir sobre Finlandia. Ya pasaron dos meses desde nuestro viaje, pero uno de los temas que sigue dando vueltas en mi cabeza es “El Futuro de la Educación”.
Varias de las conferencias a las que asistimos Diana y yo hablaban de esto, enfocadas en dos vertientes: la primera, ¿Cómo preparar a los niños para el futuro?, y la segunda, ¿Cómo actualizamos el sistema educativo, la forma en que educamos? El concepto que hoy en día tenemos sobre la educación es obsoleto, no ha evolucionado a la misma velocidad que muchos otros aspectos de nuestra sociedad.
Estamos en una era donde todo cambia y evoluciona a una velocidad nunca antes vista. “El 65% de los niños que cursan hoy primara trabajarán en algo que hoy no existe”*. ¿Entonces, cómo los preparamos? Estamos acostumbrados a “planear” para el futuro, pero en un mundo que cambia tan rápidamente esto no funciona, por lo menos no a largo plazo. Cuando planeamos a largo plazo reducimos las posibilidades futuras cuando lo que necesitamos actualmente es ampliar esas posibilidades.
No sabemos cómo va a ser el futuro, lo que sí sabemos es que habrá muchos retos nunca antes vistos, sabemos que será indispensable saber improvisar para enfrentarlos y para esto la base es la creatividad. Los retos no serán únicamente a nivel individual, sino a nivel sociedad, por lo que la integración entre unos y otros será básica para formar una “sociedad creativa”.
Otra cosa que sí sabemos es la importancia que va a tener el “saber aprender”. En un mundo que cambia tan rápidamente vamos a tener que estar aprendiendo todo el tiempo, y la educación no se va a poder limitar a los primeros años de vida, ya que aparte de los cambios rápidos, la expectativa de vida también va aumentando: Cada cuatro años aumenta un año el promedio de vida, por lo que nuestros hijos estarán viviendo 100 años en promedio. “Saber aprender” y “gozar aprender” van a ser habilidades indispensables, no sólo deseables.
La creatividad y el trabajo en cooperación, que es diferente a “en equipo”, son otras de las habilidades que se van a requerir. La diferencia entre el trabajo en equipo y el trabajo en cooperación, es que en el trabajo en equipo nos “dividimos” el trabajo, en cambio en la cooperación, yo “sumo” a lo que se está haciendo algo que pueda yo aportar.
La estructura corporativa está evolucionando a ser algo muy diferente a lo que a nosotros nos plantearon cuando estudiamos. La tendencia es a que el área de Recursos Humanos como la conocemos hoy en día desaparezca. Antes, las empresas dividían las tareas, preparaban las descripciones de puesto y buscan alguien adecuando para llenarlo, en el futuro próximo, de hecho ya estamos en medio de ésta transición, las empresas se dedicarán a prepararan el contexto y el ambiente, y la gente por si sola se acercara a contribuir con ella. Pensemos en las empresas más grandes de hoy en día: Amazon es la tienda más grande del mundo pero tiene cero inventario y casi ni un vendedor; AirB&B es el hotel más grande del mundo y no es dueño de ninguna propiedad ni de un solo cuarto; UBER es el servicio de transporte privado más grande del mundo y no es dueño de ni un solo automóvil; en Facebook la página que se hace mas popular no tiene que ver con que tanto sabe el que está alimentando la página, ni con el número de posts, tiene que ver con que lo que “sube” gusta a su público; el éxito de Waze es la cantidad de gente que lo utiliza… – ¡Mientras lo escribo se me vuelve a poner la piel chinita!-
Todo trabajo que implique un proceso, será hecho por una computadora, y va más allá, todo trabajo o actividad, que pueda ser remplazado por tecnología, será remplazado por tecnología. La tecnología ya no será únicamente una herramienta, será parte de nosotros, una extensión de nuestro cuerpo y de nuestra mente. La tecnología nos estará proporcionando mucha más información de la que hoy tenemos para tomar decisiones diarias, tanto mundanas como importantes. Tendremos mucha más información a nuestro alcance de todo tipo. Lo importante va a ser saber cómo discernir esa información y saber qué hacer con ella.
Después de oír a todos estos expertos y todos estos datos que asustan un poco, me queda claro que lo que va a definir la ventaja competitiva de los niños en un futuro, son justamente las cosas que no pueden ser sustituidas por la tecnología, las cosas que nos definen como seres humanos: la capacidad de empatía, la intuición, el saber negociar, la capacidad de relacionarse, el saber en qué y cómo puedo sumar a algo, el poder pensar “fuera de la caja”…
* Olli-Pekka Heinonen, Director General de Finnish National Agency for Education (Opetushallitus).
Por: Luciana García